Luces con autoencendido, lectores de señales de tráfico con control de velocidad de crucero, sistemas de prevención de accidentes... el arsenal de niñeras electrónicas de los automóviles de hoy en día es tal que amenaza con despojarlos de toda emoción, aunque si los asistentes de aparcamiento del futuro son como este desarrollado entre Volkswagen y la Universidad de Stanford, podríamos darles un pase. Alemanes y estadounidenses llevan trabajando desde hace tiempo en el Passat que en su día fue enviado a competir en el DARPA Urban Challenge 2007, y durante todos estos meses le han enseñado toda clase de nuevas maniobras, incluyendo el "aparcamiento por derrape".
Para ello, Junior, que es como se llama este Passat Variant, utiliza una mezcla de posicionamiento GPS y sensores láser, ópticos y de inercia, cuya información es combinada con una serie de complejos algoritmos. El resultado es un automóvil que no sólo puede circular sin necesidad de un humano al volante, sino que puede realizar maniobras tan arriesgadas como esta de hoy. Lógicamente no es lo mismo enseñarle a hacer esta clase de trucos entre conos y en mitad del desierto que en una ciudad con tráfico real, pero es que en cualquier caso el propósito de los ingenieros de Stanford no es sacarte las asaduras por la boca, sino aprender a controlar situaciones extraordinariamente difíciles con el hardware del prototipo actual.
miércoles, 12 de mayo de 2010
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