lunes, 2 de agosto de 2010

De la conocida saga “Chicos, no hagáis esto en casa”, hoy: meter un ladrillo en la lavadora

No pasa nada por confesarlo.
Nos encanta destruir cosas. Y disfrutamos viendo como otros destruyen cosas. Y cuanto más absurda la idea y más escandalosa la destrucción, casi que nos gusta todavía más. Claro, que una cosa es que nos guste verlo y otra ponerlo en práctica. Por eso siempre es de agradecer que haya otros individuos con tanto tiempo libre y tan poco conocimiento como para poner un lavadora en modo “centrifugación apocalíptica” y entonces lancen un ladrillo al interior. ¿Deseas saber más?
También hay que reconocer que a lo mejor este buen muchacho solo quería dejar los ladrillos bien limpios, que un ladrillo visto, cuando está bien reluciente, siempre reviste más.
Lo prodigioso del caso que nos ocupa es que el pobre electrodoméstico no se haya cobrado una justa venganza lanzando el ladrillo hacia el inconsciente ejecutor de la cuanto menos curiosa maniobra de limpieza.
Cualquier día las máquinas aprenderán a rebelarse contra nosotros y nos someterán a su tiranía y todavía nos preguntaremos cuál es la razón. ─Antonio Rentero [Laughing Squid]

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