jueves, 18 de noviembre de 2010

Windows Phone 7: graves problemas con las tarjetas de memoria

wp7 tarjetasLlegan las primeras protestas por el problemático funcionamiento del sistema de almacenamiento externo de los teléfonos con Windows Phone 7. Al parecer, los terminales que admiten memoria extra requieren una tarjeta micro SD en exclusiva y certificada que solo funciona en el propio terminal y la deja totalmente ilegible para otros dispositivos. Os contamos los detalles de los inconvenientes que pueden causar para el usuario.
Desde su salida al mercado no se habían escuchado problemas de relevancia, pero al otro lado del charco empiezan a reportar serios problemas con las tarjetas de memoria. Al parecer, el sistema de almacenamiento externo es un tanto peculiar hasta el punto de exigir una tarjeta de memoria certificada por Microsoft. Los inconvenientes son mayores, ya que el propio teléfono marca la tarjeta con un código y la deja inutilizable por otros dispositivos
Tarjeta exclusiva para el terminal
Los dueños del Samsung Focus han sido los primeros en notar los inconvenientes que nos producirán los teléfonos con el nuevo sistema operativo móvil de Microsoft. Al parecer, Windows Phone 7 marca las tarjetas de memoria de tal forma que quedan inutilizadas para ser leídas en otros dispositivos tales como lectores de tarjetas u otros teléfonos móviles. El mayor inconveniente llega cuando extraemos la tarjeta o introducimos una nueva, ya que el sistema operativo deja de funcionar correctamente y ya no habrá posibilidad de recuperar los datos almacenados en el soporte físico, tales como contactos o aplicaciones. Según las explicaciones de la compañía a través de una página habilitada a modo de ayuda, la tarjeta de memoria debe considerarse como un componente permanente del terminal. Es más, el teléfono identificará ambas memorias, la interna y la externa, como una sola unidad. De ahí que si se extrae la tarjeta, el sistema no funcione correctamente y solo permita hacer llamadas de emergencia.
Certificado de Microsoft
Además de los inconvenientes citados, tenemos que sumarle que Microsoft exige tarjetas certificadas atendiendo a su velocidad de escritura y lectura, así como el número de operaciones aleatorias de lectura y escritura por segundo. Si el sistema detecta una tarjeta de memoria no certificada por Microsoft, puede suceder que el teléfono no detecte la capacidad extra en su totalidad, y se genere un conflicto que merme el rendimiento general. Además, existen otros casos que os resumimos a continuación:
Si retiramos la tarjeta de memoria incluida en el teléfono, el sistema no volverá a funcionar hasta que no introduzcamos de nuevo la misma tarjeta.
Si insertamos en el terminal una tarjeta de memoria no compatible con Windows Phone 7 podría experimentarse ralentizaciones e inestabilidad del sistema así como el mal funcionamiento de las aplicaciones, o incluso no abrirse.
Si retiramos la tarjeta de memoria del teléfono y al momento instalamos otra compatible, perderemos todos los datos acumulados en la primera, siendo imposible recuperarlos. De esta manera, podríamos decir adiós a información como contactos, aplicaciones, las personalizaciones de la pantalla de inicio así como los datos de los que se alimentan otras tantas aplicaciones.
En el caso de comprar un teléfono que no traiga de serie una tarjeta de memoria externa y, después de haber iniciado el sistema, introducimos una tarjeta micro SD cualquiera, el terminal no la reconocerá, quedando como única solución recurrir a las tarjetas homologadas por la compañía.
Como podéis ver, son una serie de inconvenientes que pueden amargar a muchos usuarios, por lo que esperemos Microsoft reconsidere esta postura tan cerrada, que no hace más que obligar al usuario a comprar una marca específica de memoria, a buen seguro, más cara de lo normal. Pero lo más curioso de todo es que la propia compañía todavía no ha proporcionado qué tipos de memoria flash considera apropiada.

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